Una vida sana y feliz comienza por cuidar de la persona en su totalidad, es decir, tanto el cuerpo como la mente.
Por eso es importante asegurarse de que a su hijo le realicen las evaluaciones anuales de bienestar y salud del comportamiento. La salud del comportamiento afecta la forma en que los niños piensan, sienten y actúan. Influye en cómo manejan el estrés, se relacionan con los demás y toman decisiones saludables cada día.